sábado, 11 de junio de 2016

Reflexiones feministas (de Devil katy)


A raíz de este cómic que hice hace mucho, mucho tiempo, me puse a divagar: Claramente, si me encontrara con Robert Downey Jr. no me tiraría encima de él, ni haría eso con ningún hombre que me me parezca atractivo en un contexto que no sea de acuerdo mutuo (atraque, ponceo, pololeo, galanteo, como quieran llamarlo) porque, por mucho que me atraiga y por muchas ganas que tenga, no estoy acostumbrada (ni educada) para llegar y tomar a las personas como cosas que me pertenecen porque quiero (y las cosas tampoco). Ahora, pensé, dándole la vuelta al asunto ¿Si yo fuera el Kato, un hombre "hecho y derecho" (nótese la ironía), y Roberta Downey viene a presentarse a Chile, me sentiría con el derecho natural de agarrarle una teta, o el poto, o tirarme encima de ella? ¿Sólo porque ella es una actriz "pública" y la siento como mía?
Es cuático, porque algunos hombres (sí, entiendo que no son todos, #notallmen y etc.) sienten que al circular por la calle y ver una mujer que les parezca atractiva (o no) pueden abordarla y transgredir su espacio físico para satisfacer su "incontrolable" necesidad sexual, obviando el contexto de acuerdo mutuo. Esto es derechamente acoso. Hay gente (ojo, no sólo hombres) que intentan defenderlo diciendo "Pero es que ahora uno no se puede acercar a nadie, y si la mujer me interesa qué hago". Para ellos tengo un humilde consejo: acercarse empáticamente y considerando al otro como persona, no objeto, y si no quiere, es NO. El acoso callejero no es una manera de cortejar a nadie. Debe existir un acuerdo implícito entre ambas partes para que se lleve a cabo el atraque, ponceo, etc. Y si la persona dijo que si una vez, pero después dice que no, es NO. Hay muchos cómics circulando acerca del consentimiento explicado de manera didáctica y que aclaran bastantes conceptos al respecto. Hace que todos nos replenteemos ideas que tenemos arraigadas e incrustadas en el seso sobre el sexo (wow, casi verso sin mayor esfuerzo).
Para finalizar este largo texto, sólo me queda decir que mi intención es simplemente difundir esta idea del respeto por el otro y la otra. La vida es un aprendizaje sin fin, y si todos podemos, es nuestro derecho y deber cooperar para que el mundo sea un lugar mejor y menos violento, en que combatamos al sistema que nos mercantiliza y nos deshumaniza. Quién sabe si de ir de mal en peor vamos de mal a mejor. Aunque sea de a poquito.


Saludos

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